ELCHE /La VErdad.es Domingo, 17 de junio de 2007
El nuevo alcalde socialista promete gobernar con cercanía y el PP le exige transparencia.
Alejandro Soler fue proclamado ayer con los 13 votos del PSOE y el de Compromís per Elx Alonso anuncia una «oposición responsable», aunque se muestra agresiva en su discurso
G. MARTÍN/ELCHE
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Elche y la Sala del Consell se quedaron muy pequeñas a la hora de acoger a las más de quinientas personas que quisieron seguir en directo ayer, al mediodía, la constitución de la nueva Corporación Municipal y la investidura del nuevo alcalde. Los resultados electorales, con trece ediles para el PSOE, otros trece para el PP y uno para Compromís per Elx, no fueron ajenos al abarrotamiento de las dependencias municipales. El empate técnico en las elecciones municipales entre las dos fuerzas mayoritarias, que ha sido zanjado con un pacto de gobierno para los próximos cuatro años entre socialistas y EU-Bloc-Verds Compromís per Elx, se reflejó en varias abucheos y aplausos encendidos durante los discursos del nuevo alcalde, Alejandro Soler, y la jefa de fila de la oposición, Mercedes Alonso. De hecho se produjeron momentos de tensión entre simpatizantes socialistas y populares con motivo de algunas aseveraciones populares.La ceremonia, cuya duración rebasó la hora y media, estuvo plagada de anécdotas. La más llamativa fue protagonizada, muy a su pesar, por una de los ujieres que sufrió una lipotimia mientras el nuevo alcalde, Alejandro Soler, pronunciaba su discurso.El acto se inició con la constitución de la Mesa de Edad. Ayer se dio la circunstancia de que el concejal más joven y el de más edad pertenecían al PP. Fueron respectivamente Pablo Ruz, de 23 años, y Juan Fernández, de 64 años. Este último, visiblemente muy nervioso, fue el encargado de iniciar la ceremonia, proclamar la constitución de la nueva corporación y del nuevo alcalde así como entregarle el bastón de mando. Fernández, al concluir su papel y abandonar la mesa presidencial quiso agradecer «el momento tan entrañable» que se le ofreció vivir y aseguró que, pese a ser el más veterano, rivalizará con sus compañeros en «ilusión, fuerzas y ganas de trabajar».El edil popular quiso igualmente agradecer el hecho de haberse convertido en «el primer edil gitano» y se comprometió a «no defraudar la confianza depositada por los votantes» y a trabajar con «honestidad y transparencia, buscando la calidad de vida para todos los ilicitanos». Terminó su breve alocución deseando a todos salud y libertad, en lengua romaní.
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